Diario de aprendizaje

Espacios de lectura La lectura es una fuente de enriquecimiento cultural que permite a todos los seres humanos a transportarnos a un mundo muchas veces inimaginable sobre las vivencias que forman parte de ella. Es por ello que, en este nuevo espacio, se retoman algunas características que permiten el uso adecuado y la potenciación a la adquisición de nuevos conocimientos con una lectura constante y amena. El proceso de trabajo a seguir es: Nuevos hábitos lectores •¿Has usado alguna vez un lector de libro electrónico o una tableta para leer? Hoy en día es muy factible para cierta parte de la población hacer uso de aparatos electrónicos que sean utilizados para leer, en lo personal he utilizado el teléfono celular para ello, con la facilidad de portarlo por doquier, en los jóvenes estudiantes, es mucho más fácil ya que es una herramienta que en ocasiones sirve de distractor, en otros casos funciona como medio de utilidad lectora, considero que siempre y cuando se le de el uso correcto se debe de aprovechar al máximo los lectores de libros electrónicos o tabletas para leer, pues lo importante es conservar el hábito lector. Hoy en día hace falta que en los centros educativos se instalen ciertos programas y adecuar los tiempo, espacios y lugares para ello, pues dependerá mucho de la condición económica de cada centro, ya que si bien es cierto vivimos en un mundo globalizado, aún hay restricciones que no se puedan aportar en todos los centros educativos por diversidad de factores. Pero el olor de un buen libro no lo cambia un aparato electrónico, el utilizar este tipo de recurso impreso es exquisito y se relaciona mejor con el mundo lector, el hábito es lo más importante como ya se dijo antes, pero personalmente se vuelve más enriquecedor tener entre las manos un libro impreso, y disfrutarlo en los tiempos de descanso. Los estudiantes de igual manera, comentan que prefieren un libro en físico en los trabajos de aula, en la lectura de novelas, poemas, obras dramáticas y que hacen uso de la tecnología en varias ocasiones o cuando estos no están de manera impresa o no los han logrado conseguir. El hábitos lector del siglo XXI va más allá de tomar un papel, el desarrollo tecnológico nos ha enmarcado y sumergido en esta nueva etapa de lectura digital.